Comprar un coche de segunda mano puede ser una excelente opción para ahorrar dinero, pero también conlleva ciertos riesgos. En ocasiones, después de la compra, el comprador descubre averías o defectos graves que no se apreciaban a simple vista ni se comunicaron durante la venta. Son los llamados vicios ocultos, y la ley protege al comprador en estos casos.
¿Cómo puedo reclamar vicios ocultos en un coche de segunda mano?
