Conducir bajo los efectos del alcohol, drogas o psicofármacos sigue siendo uno de los mayores riesgos en nuestras carreteras. Así lo confirma la Memoria 2024 sobre hallazgos toxicológicos en víctimas mortales de accidentes de tráfico, publicada por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF), que analiza a 1.280 fallecidos entre conductores y peatones en todo el territorio español.
Los resultados son tan claros como preocupantes ya que casi la mitad de los conductores fallecidos (48,2 %) tenían alcohol, drogas o psicofármacos en sangre, ya fuera de forma aislada o combinada. Si bien esta cifra supone un leve descenso respecto al 53,6 % de 2023, refleja que el consumo de sustancias sigue siendo un factor determinante en la siniestralidad vial.
Además, el estudio señala que el consumo de alcohol ha aumentado respecto a 2023, pasando del 32,7 % al 34,4 % de los conductores fallecidos, confirmando que el alcohol sigue siendo la sustancia más persistente en los accidentes mortales.
Otro dato relevante es que la gran mayoría de los conductores positivos eran hombres (92,7 %), lo que evidencia que el perfil de riesgo sigue concentrándose en varones.
El alcohol sigue liderando la siniestralidad mortal
El informe vuelve a dejar una evidencia innegable y es que el alcohol es la sustancia más presente entre los conductores fallecidos.
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7 de cada 10 positivos fueron en alcohol.
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2 de cada 3 superaban los 1,20 g/l, lo que se asocia a una intoxicación muy severa.
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Un 33,9 % incluso rebasaba los 2 g/l, un nivel en el que las capacidades para conducir están gravemente comprometidas.
Este repunte del consumo de alcohol resulta especialmente preocupante, ya que se observa mientras el consumo de drogas y psicofármacos desciende, lo que convierte al alcohol en el principal protagonista de la siniestralidad mortal.
La memoria también destaca el peligro de las combinaciones. El alcohol junto con cocaína o cannabis aparece de manera recurrente, multiplicando el riesgo de accidente.
Las combinaciones más frecuentes fueron:
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Alcohol + cocaína: 54,2 %.
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Alcohol + cannabis: 18,6 %.
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Alcohol + cocaína + cannabis: 15,3 %.
Estas asociaciones refuerzan la necesidad de insistir en la tolerancia cero al volante ya que incluso pequeñas cantidades de alcohol o drogas afectan la atención, los reflejos y la capacidad de reacción.
Menos drogas y psicofármacos, pero aún preocupantes
El estudio refleja un descenso en la presencia de drogas y psicofármacos respecto al año anterior, aunque su impacto sigue siendo relevante:
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Drogas: 16,4 % de los conductores fallecidos (bajando desde el 22,7 % de 2023).
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Psicofármacos: 11,4 % (frente al 15,7 % del año anterior).
Entre las drogas detectadas, la cocaína (59,1 %) y el cannabis (42,9 %) lideran claramente, con mayor prevalencia en conductores de entre 25 y 54 años, el grupo etario más expuesto a accidentes graves.
Respecto a los psicofármacos, benzodiacepinas y antidepresivos son los más frecuentes, a veces combinados con alcohol u otras drogas, lo que incrementa exponencialmente el riesgo de siniestro.
Peatones: un riesgo invisible en la vía
El consumo de sustancias no solo afecta a quienes conducen. El informe analizó también 195 peatones fallecidos por atropello, y los resultados sorprenden:
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42,6 % tenía alcohol, drogas o psicofármacos en sangre.
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73,3 % de los peatones con alcohol superaban los 1,20 g/l, un nivel crítico para la seguridad.
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Las drogas detectadas fueron principalmente cocaína y cannabis, mientras que entre los psicofármacos destacan benzodiacepinas y antidepresivos.
Esto evidencia que no solo los conductores, sino también los peatones bajo los efectos de sustancias se convierten en un factor de riesgo para la siniestralidad vial.
Una llamada a la acción: la seguridad vial es responsabilidad de todos
Los datos de la Memoria 2024 nos recuerdan que la única tasa segura de alcohol al volante es 0,0 g/l. Cualquier consumo de sustancias afecta a la conducción, y en muchos casos, las víctimas mortales superaban niveles de intoxicación extrema.
En CEA creemos que la seguridad vial comienza con la prevención y la conciencia individual. Por eso:
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Promovemos campañas de sensibilización para conductores y peatones.
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Ofrecemos cursos de conducción segura y formación especializada.
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Acompañamos a empresas y particulares para reducir la siniestralidad y proteger vidas en la carretera.
Cada decisión cuenta y evitar el consumo de alcohol, drogas y determinados fármacos antes de conducir salva vidas.
Consulta el informe completo aquí
Belén Cordón Díaz del Río - Directora Comunicación CEA