El Toyota bZ4X marca el debut de la marca japonesa en el segmento de los SUV eléctricos puros, un paso lógico tras décadas de liderazgo en híbridos. Con un diseño moderno, tecnología avanzada y el respaldo de la fiabilidad Toyota, el bZ4X se presenta como una alternativa interesante para quienes buscan dar el salto a la movilidad eléctrica sin complicaciones.
A continuación, analizamos a fondo sus puntos fuertes y débiles tras una prueba exhaustiva.
Diseño y presencia exterior
El Toyota bZ4X destaca por un diseño robusto y futurista. Sus líneas angulosas, pasos de rueda marcados y una parrilla frontal cerrada le otorgan una personalidad propia, diferenciándose de otros SUV eléctricos del mercado. Con 4,69 metros de longitud, 1,86 metros de ancho y 1,65 metros de alto, se sitúa en el corazón del segmento, ofreciendo una presencia imponente sin resultar excesivo para el uso urbano.
Interior: Espacio, tecnología y funcionalidad
El habitáculo del bZ4X es uno de sus grandes aciertos. El espacio es generoso tanto en las plazas delanteras como traseras, permitiendo viajar cómodamente a cinco adultos. El maletero, con 452 litros de capacidad, cumple para el día a día y escapadas familiares, aunque no cuenta con un compartimento frontal (frunk), algo habitual en otros eléctricos.
El salpicadero apuesta por la digitalización, con una instrumentación digital situada en una posición elevada y una pantalla central de 12,3 pulgadas para el sistema multimedia. Este último es compatible con Android Auto y Apple CarPlay, y ofrece conectividad y manejo intuitivo, aunque algunos usuarios pueden encontrar la instrumentación algo baja y difícil de visualizar dependiendo de la posición del volante. Un detalle a mejorar es la ausencia de guantera, que resta algo de practicidad al interior.
Los materiales transmiten sensación de solidez y durabilidad, en línea con lo que se espera de Toyota.
Comportamiento dinámico: Confort ante todo
Toyota ha priorizado el confort en el bZ4X. La suspensión absorbe eficazmente las irregularidades del asfalto, incluso con llantas de 20 pulgadas, y el aislamiento acústico es notable: el habitáculo permanece silencioso incluso a velocidades de autopista, minimizando ruidos de rodadura y viento.
La dirección es precisa y suave, con un tacto más natural que en otros SUV eléctricos, y el freno se dosifica con facilidad. En ciudad, el bZ4X se mueve con agilidad gracias a su aceleración instantánea y buena visibilidad. En carretera, transmite seguridad y estabilidad, aunque no es un coche que invite a una conducción deportiva: su peso (en torno a 2.000 kg) y la puesta a punto del chasis buscan la comodidad y la confianza más que la emoción.
En zonas de curvas, el control de estabilidad actúa con eficacia para mantener la trayectoria, pero el coche prefiere ritmos tranquilos. Donde realmente brilla es en trayectos urbanos y autopista, donde la suavidad y el silencio de marcha son protagonistas.
Motorizaciones y prestaciones
El Toyota bZ4X está disponible con dos configuraciones principales:
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Tracción delantera (FWD): Motor de 150 kW (204 CV) y 256 Nm de par. Acelera de 0 a 100 km/h en 7,5 segundos, suficiente para el uso diario.
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Tracción total (AWD): Dos motores de 80 kW (uno por eje), sumando 217,5 CV y 336 Nm de par. El 0 a 100 km/h se cubre en 6,9-7,7 segundos según versiones, con una velocidad máxima limitada a 160 km/h.
Ambas versiones ofrecen una entrega de potencia progresiva y una respuesta inmediata al acelerador, aunque sin buscar sensaciones deportivas. El sistema de frenada regenerativa permite cierta conducción con un solo pedal, pero no llega al nivel de otros modelos que ofrecen un modo "One-Pedal" puro.
Autonomía, consumo y recarga
La batería de 71,4 kWh brutos (alrededor de 64 kWh útiles) promete una autonomía homologada de hasta 513 km en ciclo WLTP, aunque en condiciones reales la cifra suele rondar los 300-330 km, especialmente en autopista o con uso intensivo de climatización. El consumo medio durante la prueba se situó entre 16 y 20 kWh/100 km, cifras razonables para el tamaño y peso del vehículo, aunque por debajo de algunos rivales directos como el Hyundai Ioniq 5, Kia EV6 o Tesla Model Y.
En cuanto a la recarga, admite potencias de hasta 150 kW en corriente continua, lo que permite recuperar el 80% de la batería en unos 30 minutos en un cargador rápido, facilitando los viajes largos con paradas relativamente breves.
Seguridad y equipamiento
El bZ4X incorpora un completo paquete de asistentes a la conducción, como control de crucero adaptativo, mantenimiento de carril, frenada automática de emergencia y reconocimiento de señales de tráfico. Sin embargo, algunos sistemas avanzados solo están disponibles en las versiones más equipadas.
El Toyota bZ4X es un SUV eléctrico que destaca por su confort, facilidad de uso y amplitud interior. Es ideal para quienes buscan un coche eléctrico fiable, bien equipado y pensado para el día a día, con una autonomía suficiente para la mayoría de los desplazamientos habituales. No es el modelo más emocionante ni el que ofrece mayor autonomía del mercado, pero sí uno de los más equilibrados y sencillos de conducir, con la garantía de la experiencia Toyota en electrificación.
Si buscas dar el salto al coche eléctrico sin complicaciones y valoras la comodidad y la practicidad por encima de las prestaciones puras, el Toyota bZ4X merece estar en tu lista de candidatos.