El pasado domingo 8 de junio, los socios de CEA disfrutaron de una experiencia única al contemplar Madrid desde las alturas, gracias a la visita organizada al emblemático Faro de Moncloa.
Ubicado a casi 100 metros de altura, este singular mirador nos ofreció una perspectiva privilegiada de la ciudad, desde la que pudimos admirar algunos de sus edificios más representativos como la majestuosa Catedral de la Almudena, las icónicas Torres de la Castellana o las extensas zonas verdes que actúan como verdaderos pulmones urbanos.
Durante la visita, los asistentes no solo se deleitaron con unas vistas panorámicas inigualables, sino que también tuvieron la oportunidad de conocer un poco más sobre la historia de esta torre de iluminación reconvertida en uno de los grandes miradores de Madrid desde hace más de tres décadas.
Fue, sin duda, una jornada diferente y especial, marcada por la calma que se respira en las alturas y el placer de redescubrir nuestra ciudad desde un lugar tan privilegiado. Una experiencia imprescindible para todos aquellos que aman Madrid y disfrutan de sus paisajes urbanos y naturales.
Inaugurado en 1992 con motivo de la designación de Madrid como Capital Europea de la Cultura, el Faro de Moncloa fue diseñado por el arquitecto Salvador Pérez Arroyo. Con sus 110 metros de altura total, este antiguo torreón de iluminación urbana fue reconvertido en mirador tras una remodelación que lo dotó de modernas instalaciones y medidas de seguridad, permitiendo a los visitantes acceder cómodamente a su plataforma acristalada mediante un ascensor panorámico.
Desde su reapertura al público en 2015, el Faro se ha consolidado como uno de los principales puntos turísticos de la ciudad, ofreciendo una experiencia visual incomparable y una oportunidad única para conocer la disposición urbanística de Madrid desde las alturas. En días despejados, es posible ver incluso la sierra madrileña en el horizonte, lo que convierte la visita en una experiencia aún más impactante.
Al finalizar la visita, muchos de los asistentes coincidieron en destacar lo enriquecedor de la experiencia, manifestando su deseo de seguir participando en este tipo de iniciativas que permiten conocer nuestra ciudad desde nuevos ángulos, fomentando al mismo tiempo el disfrute cultural y el vínculo entre los miembros de la asociación.