El miércoles 21 de mayo, los socios de CEA vivieron una experiencia única al embarcarse en un fascinante viaje cultural a uno de los destinos más en auge del momento: Uzbekistán.
Ubicado en el corazón de Asia Central, Uzbekistán es célebre por haber sido un enclave imprescindible en la legendaria Ruta de la Seda, esa red de rutas comerciales que conectó Oriente y Occidente durante siglos, permitiendo el intercambio de bienes, ideas y culturas entre civilizaciones antiguas. Ciudades como Samarcanda, Bujará y Jiva, auténticas joyas arquitectónicas, aún conservan la esencia de tiempos pasados, con sus madrasas, mezquitas y bazares que evocan la grandeza de épocas doradas y despiertan la admiración de quienes las visitan. Samarcanda, en particular, sigue siendo un símbolo de historia viva, donde las tradiciones ancestrales y los tesoros ocultos cautivan a todo viajero.
En esta ocasión especial, tuvimos el honor de contar con la presencia del excelentísimo cónsul de Uzbekistán, D. Nodir Ergashev, y su asistente personal, Hilola, quienes nos acercaron a la riqueza de su país, compartiendo relatos sobre costumbres, festividades y algunos de los secretos mejor guardados de su cultura. Gracias a sus explicaciones, los asistentes pudieron comprender la importancia de Uzbekistán como cruce de caminos y su papel fundamental en la Ruta de la Seda, así como la hospitalidad y el orgullo con que los uzbekos preservan su patrimonio.
La velada también contó con la participación de Vanesa Rodríguez, representante de Travelplan, quien presentó a los socios una atractiva propuesta para descubrir Uzbekistán en primera persona, animando a todos a dejarse seducir por la magia de este destino que, según la BBC, figura entre los 25 mejores lugares del mundo para viajar en 2025.
Como broche final, los asistentes disfrutaron de una degustación de productos típicos uzbekos, destacando el emblemático arroz plov, uno de los platos más representativos del país, y una auténtica ceremonia del té dirigida por Hilola. Esta última sorprendió a todos por la delicadeza y el exotismo de sus sabores, transportando a los presentes, por un instante, a los antiguos caravasares de la Ruta de la Seda.
Sin duda, fue una actividad enriquecedora que permitió a los socios de CEA descubrir de cerca la historia, la cultura y la hospitalidad de Uzbekistán, un destino que sigue conquistando corazones y despertando el deseo de viajar y explorar nuevos horizontes.
