En esta entrevista, Dionisio Martínez de Velasco, Managing Director de Dräger en España y Portugal, comparte con nosotros su visión sobre la innovación tecnológica aplicada a la seguridad vial y la salud. Con más de 135 años de historia, Dräger se ha consolidado como una compañía comprometida con un propósito claro: salvar y proteger la vida de las personas a través de la innovación tecnológica.
En el marco del 50 aniversario de Dräger en España y la colaboración con CEA en la gestión de flotas, Martínez de Velasco reflexiona sobre los avances logrados, los retos que aún persisten en materia de siniestralidad vial y la importancia de impulsar medidas más firmes para evitar tragedias en carretera.
A continuación, descubrimos su trayectoria internacional, su experiencia liderando la compañía en diferentes países, y su apuesta por una gestión empresarial basada en valores universales como la humanidad, el respeto y la responsabilidad. Un testimonio que conecta la innovación tecnológica con un fuerte compromiso personal y profesional por la seguridad vial.
Dräger es, ante todo, una empresa que tiene como objetivo fundamental salvar y proteger la vida de las personas a través de la innovación tecnológica. Llevamos más de 135 años desarrollando productos que están diseñados para marcar la diferencia en un momento en el que la vida y la seguridad de las personas pueden estar comprometidas, desde un sistema de ventilación mecánica o una plataforma de anestesia, hasta un alcoholímetro o un equipo de protección para personal de emergencias. Eso es lo que motiva a nuestros empleados en todo el mundo y lo que nos hace únicos: la convicción de que nuestra tecnología tiene un impacto real y directo en pacientes, en la seguridad vial o industrial, en definitiva, en la sociedad.
Estos 50 años en España nos han permitido consolidarnos como un actor de referencia en el ámbito sanitario y en el de la seguridad, y por supuesto, también en el de la seguridad vial. Empezamos con muy pocas personas y hoy somos más de 450 empleados. Pero más allá de los números, lo verdaderamente importante es el impacto que tenemos: desde el bebé prematuro que sobrevive gracias a una incubadora, hasta la tragedia que se evita porque un conductor no ha pasado un control de alcoholemia.
El traslado a las nuevas oficinas en Madrid, en el edifico Beloira, refleja también nuestra forma de ser, ya que es un espacio donde la historia de Dräger se funde con el futuro y en el que la innovación tecnológica es protagonista. En nuestro cuartel general el bienestar de las personas es prioritario y en él las distintas generaciones de Dräger conviven y colaboran, aunando tradición e innovación para seguir ofreciendo a la sociedad soluciones tecnológicas, que ayudan a preservar y proteger la vida, y sin olvidar que somos una empresa alemana con un toque ibérico y mediterráneo.
Llegué a Dräger hace casi 30 años, atraído por una empresa que unía innovación, propósito y proyección internacional. Al principio pasé un tiempo en Alemania formándome en diferentes áreas, desde ventas hasta marketing, y pronto empecé a viajar por Iberoamérica. Más tarde ocupé posiciones en México, Perú, Dubái y París, siempre con la idea de desarrollar negocio y conocer nuevas culturas.
Esa experiencia internacional me permitió ver que, independientemente del país, lo importante son las personas y los valores que guían la gestión. Finalmente regresé a España y asumí la Dirección para España y Portugal en 2018.
Me enseñó que cada mercado tiene sus particularidades, pero también que los valores universales —honestidad, respeto, humanidad— son los que más importan y que además también forman parte de los valores y propósito de Dräger. Dirigir en Hispanoamérica, Oriente Medio o Europa te da perspectiva, te obliga a escuchar y a adaptarte. Esa flexibilidad es clave en una empresa global como Dräger.
Dräger es un referente mundial en alcoholímetros y dispositivos de control. ¿Qué papel juegan estas tecnologías en la reducción de los siniestros viales y qué retos quedan por delante en este ámbito?
Estos dispositivos son fundamentales porque ayudan a prevenir tragedias antes de que ocurran. Cuando un conductor bajo los efectos del alcohol es detectado, no solo se está protegiendo a sí mismo, sino a todos los que comparten la carretera.
Sin embargo, todavía queda mucho por hacer. Me gustaría que, como sociedad, avanzáramos hacia la aprobación de una ley que haga obligatorio el uso de dispositivos que impidan en el trasporte profesional y de mercancías la conducción bajo los efectos del alcohol o las drogas. Sería un paso decisivo para reducir la siniestralidad vial y evitar tragedias que, por desgracia, todavía siguen siendo demasiado frecuentes.
El balance no puede ser más positivo. Pasamos de una gestión interna compleja y costosa a un modelo externalizado mucho más eficiente. Lo que más valoro de CEA es la combinación de humanidad y profesionalidad: sois cercanos, pacientes y resolutivos.
En la gestión de flotas siempre hay urgencias e incidencias, y CEA ha sabido equilibrar la respuesta rápida con un trato humano hacia nuestros empleados. Gracias a ello, hoy gestionamos más de 220 vehículos con un nivel de satisfacción muy alto.
A nivel personal, ¿qué te motiva en tu trabajo diario y qué mensaje te gustaría transmitir directamente a los conductores españoles en materia de seguridad vial?
Lo que me motiva cada día es saber que nuestro trabajo tiene un propósito: salvar vidas. En lo personal, la seguridad vial me toca muy de cerca. Mi padre falleció en un accidente de tráfico y eso me marcó profundamente. No hubo alcohol ni drogas implicados, pero sí una tragedia que cambió nuestra vida para siempre. Ese tipo de experiencias te hacen reflexionar sobre lo que realmente importa: la fragilidad de la vida y la responsabilidad que tenemos en cada decisión al volante.
Por eso creo que la clave está en la responsabilidad. Cuando uno se pone al volante, no solo asume su propia seguridad, sino la de quienes le acompañan y la de todos los que se cruzan en el camino. Si interiorizamos esos valores de respeto, humanidad y responsabilidad; podremos reducir la mortalidad en carretera y, sobre todo, evitar que más familias pasen por tragedias que podrían haberse evitado.
Belén Cordón Díaz del Río
Directora Departamento de Comunicación